La palabra, tan ágil como el viento,
nos arma, nos protege y alimenta
nos da vida, fuerza que nos sustenta
y es escudo contra el sometimiento.
La palabra es puro atrevimiento
y Malala muy bien lo representa,
sus heridas, restos de la tormenta
que constatan su enorme sufrimiento.
Tu palabra, cargada de futuro,
es el germen que espera ya sembrado
en un mundo plagado de discordia.
Tu palabra, puedes tener seguro,
hará que el corazón más acerado
torne ejemplo de paz y de concordia.
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